El invierno está en pleno apogeo y no hay mejor manera de aprovechar la nieve que hacer un muñeco de nieve. Construir este clásico símbolo invernal no solo es divertido, sino que también es una excelente actividad para disfrutar en familia. En este artículo, te mostraremos todo lo que necesitas saber para hacer un muñeco de nieve perfecto. Desde la elección del lugar adecuado hasta los trucos y consejos para lograr una creación única, ¡prepara tus guantes y acompáñanos en esta aventura helada!
Haz un muñeco de nieve para variar. Se lleva muy bien con Papá Noel ya que también es su compañero. Cuanto más cuidadosamente lo dobles, mejor se mantendrá. En lugar de un cuadrado de 10 cm x 10 cm, puedes utilizar un cuadrado de papel más grande o más pequeño. Pero cuanto más pequeño es el cuadrado, más difícil es montarlo. También puedes utilizar el muñeco de nieve como etiqueta de regalo de Navidad. ¡Diviértete doblando! ¡Y luego te espera una historia sobre un muñeco de nieve!
Para esto necesitas:
- 1 cuadrado de papel blanco (aprox. 10 cm x 10 cm)
- papel de sombrero de colores (4 cm x 6 cm)
- Bolígrafos para ojos, boca, nariz y botones (o papel perforado negro y rojo)
- adhesivo
Instrucciones para hacer un muñeco de nieve.
- Coloca un cuadrado de papel frente a ti.
- Primero, dobla la línea central vertical. Utilice su dedo para acariciar vigorosamente el borde del pliegue (y todos los demás pliegues).
- Abra el papel nuevamente y doble el borde izquierdo hacia la línea central.
- Luego dobla el borde derecho hacia la línea central.
- Dobla la mitad superior sobre la inferior.
- Dobla el frente hacia arriba aproximadamente 1 cm por debajo del borde superior para crear una línea de doblez.
- Vuelva a armarlo.
- Luego dobla las esquinas superiores hasta la nueva línea de plegado.
- Dobla las esquinas hacia adentro como se muestra.
- Esto es lo que parece.
- Dobla el borde frontal inferior hasta la línea de pliegue para crear una nueva línea de pliegue.
- Dóblalo hacia atrás y luego dobla las esquinas inferiores delanteras para crear una nueva línea de plegado.
- Debe tener un aspecto como este.
- Ahora dobla la pieza del frente hacia arriba a lo largo de la línea de doblez anterior.
- Dobla la esquina superior izquierda hacia adelante como se muestra en la imagen.
- Repetir en el lado derecho.
- Ahora dobla las esquinas hacia adentro.
- Luego dobla los bordes exteriores hacia atrás.
- Dobla las esquinas inferiores hacia adelante.
- Luego dóblelo hacia adentro como se muestra.
- Pinta o pega los ojos, la nariz, la boca y los botones.
- Finalmente, dobla el sombrero del muñeco de nieve (ver Abeto).
- Pega el sombrero en tu cabeza.
- El muñeco de nieve está listo. ¿Y fue muy difícil?
¡Excelentes consejos y trucos de elaboración!
También puedes trazar los bordes doblados con una regla en lugar de con el dedo.
Cuanto más fino es el papel, más fácil se pliega.
La historia del muñeco de nieve.
El muñeco de nieve frente a la casa en 61 Lindenall le debe su vida a un niño llamado Félix. Anoche nevó mucho. El autobús escolar, que normalmente recoge a los niños temprano por la mañana, no llega a Almühlental. Entonces los niños se quedan en casa.
A Félix le encanta la nieve. Sale furioso con su hermano mayor, Sebastián. Se hunden en la nieve hasta las rodillas. «Vamos a construir un muñeco de nieve», sugirió Félix a su hermano. “Oh, eso es sólo para niños pequeños. ¿Qué tal una pelota?» Sebastián luego forma una gran bola de nieve y la lanza directamente a la cara de Félix. «Ay, eso duele. «No quiero una bola de nieve, quiero un muñeco de nieve», responde Félix. Sin inmutarse, se arrodilla en la nieve y aprieta un puñado de nieve hasta formar una bola. Aguanta muy bien la nieve. Félix coloca con cuidado la pelota en la nieve y comienza a hacerla rodar. La nieve se pega tan bien que pronto Félix no podrá seguir haciendo rodar la pelota.
Entra Sebastián, quien ha estado cuidando a su hermano menor todo el tiempo. Los dos logran hacer rodar la bola de nieve hasta que tenga casi la mitad del tamaño de Félix. “Está bien, ahora una pelota un poco más pequeña. «¿Me puedes ayudar?» Félix le pregunta a su hermano. Antes de hacer la pregunta, Sebastián comenzó a hacer rodar otra bola de nieve que rápidamente alcanzó el tamaño deseado. «¿Cómo los llevamos a la segunda bola de nieve?», le pregunta Sebastián a su hermano. «Tal vez mamá pueda ayudarnos, preguntémosle», responde Félix. La madre se emociona: “Claro, te ayudaré. La última vez que hice un muñeco de nieve fue cuando era niño”. Los tres logran colocar la segunda bola encima de la primera. Sebastián y Félix trabajan en la última bola para la cabeza mientras mamá busca un sombrero y una escoba. Mientras los niños colocan la cabeza sobre el cuerpo, la madre regresa: «Aquí tenemos una escoba de paja, un viejo gorro con pompones de Sebastián y también encontré esto para evitar que el muñeco de nieve se congele». En la mano sostiene una bufanda roja tejida a mano. “Solía tejerlo cuando estaba en la escuela. Ah, antes de que lo olvide», saca una zanahoria del bolsillo de su chaqueta, «claro que no puede faltar la nariz de zanahoria.
Rápidamente se forman dos brazos con nieve y se unen al cuerpo para que el muñeco de nieve sostenga su escoba. Félix se mete la nariz en la cabeza, Sebastián le pone un sombrero y su madre le envuelve un pañuelo alrededor del cuello. «Ahora el muñeco de nieve sólo necesita ojos y tres botones», dice Felix. «Y una boca tampoco estaría mal», añade Sebastian. «En otoño recogíamos castañas», recuerda la madre. “Seguro que son perfectos como ojos y botones. «Traeré las castañas», llama Sebastián y ya ha desaparecido dentro de la casa. Félix piensa: “Podríamos usar un trozo de cinta adhesiva como boca”. “¿Tienes alguna?”, le pregunta a su madre. La madre entra corriendo a la casa y regresa con la cinta deseada. Aparece Sebastián con castañas. Así el muñeco de nieve consigue su cara y sus botones. «Quedó realmente hermoso», dice Félix, admirando su trabajo juntos.
«Y este es mi nacimiento, por así decirlo», piensa el muñeco de nieve. «La gente simplemente no se da cuenta de que somos conscientes y atentos a todo lo que sucede a nuestro alrededor. Y no sólo eso, nosotros, los muñecos y las mujeres de nieve, también tenemos una conciencia colectiva sobre la nieve, lo que nos conecta a todos entre sí. Así que todos los muñecos de nieve y yo sabemos que actualmente hay exactamente 3.736 muñecos de nieve en Alemania y 156.312 en todo el mundo. El siguiente muñeco de nieve, es decir, un muñeco de nieve, está seis lotes más al este. Y lo que la gente tampoco sabe es que nos estamos mudando. Sólo si nadie se da cuenta, por supuesto.»
El muñeco de nieve tiene que tener paciencia un rato hasta que desaparece. Pero eso no le molesta en absoluto. Le gusta ver a dos niños jugar todo el día en el jardín. Construyeron una cueva de nieve en la que su madre incluso les sirve té caliente. Pero luego oscurece. Los niños van a la casa. Ahora es el momento de visitar a la mujer de las nieves.
Los muñecos de nieve se mueven silenciosamente, ni siquiera notas que se mueven. Te deslizas por la nieve y de repente te encuentras en otro lugar. También lo es nuestro muñeco de nieve. De repente aparece junto a la mujer de las nieves en los terrenos del número 49 de Lindenall como si hubiera estado allí desde siempre. «Hola muñeco de nieve, hagamos algo juntos», pregunta el muñeco de nieve. «Mucho, simplemente estaba un poco aburrida», responde la mujer de las nieves.
En ese momento, notan que alguien camina por la calle susurrando a otra persona: “Es el número 61… la pequeña caja fuerte en el dormitorio de los padres… en caso de duda, use las armas. Para cuando alguien se abra paso a través de la nieve, ya estaremos fuera de peligro».
Nuestro muñeco de nieve y nuestra mujer de nieve saben inmediatamente lo que está pasando. Mandan un mensaje a todos los muñecos de nieve del mundo: «Quien en este momento pueda moverse libremente, venga a Lindenalle 61 en Almühlental. Pronto habrá un robo si no lo evitamos.» Cuando el muñeco de nieve llega a la propiedad, ya se han reunido allí varios muñecos de nieve, pequeños y grandes de diversas formas, y hay más y más cada segundo. «Coloquen al más grande directamente junto a la puerta del jardín y a la valla, los más pequeños más cerca de la casa», ordena el muñeco de nieve a sus compañeros.
Los ladrones llegan a la puerta del jardín. Justo detrás de él hay dos muñecos de nieve gigantes. «¿Cómo se pueden construir muñecos de nieve en este lugar? La puerta ya no se puede abrir», se queja uno. «Entonces tendremos que subir», responde el otro. Ambos trepan por la puerta, pero luego quedan atrapados entre los muñecos de nieve. «Eso es imposible. Aquí todo está lleno de muñecos de nieve, nunca habían estado allí, ¿verdad?» «Por supuesto, los muñecos de nieve han estado allí desde siempre», responde el otro, «vuelve atrás, treparemos por el valla en otra parte.»
Lo intenta cincuenta metros más a la derecha de la puerta. Justo detrás de la valla hay de nuevo dos muñecos de nieve gigantes. «Simplemente no existe, no me siento bien con todo esto», se queja uno. «Quieres decir que tienes miedo de los muñecos de nieve», bromea el otro. «¡Por supuesto que no! Vamos, intentemos a la izquierda de la puerta. Cuando están allí, vuelve a ocurrir la misma escena: dos muñecos de nieve gigantes parados justo en frente de ellos. «Eso es suficiente para mí ahora. Tienes que cometer el robo tú mismo. Me niego a poner un pie en esta propiedad.» «Aguafiestas», responde enojado el otro, «realmente no puedes permitir que unos cuantos muñecos de nieve se interpongan en nuestro plan». Enfadado, arranca la nariz de zanahoria del muñeco de nieve más cercano y Lo arroja al jardín. «Pero puedo y lo haré. Me voy». El hombre gira sobre sus talones e intenta salir del lugar lo más rápido posible a través de la nieve profunda. El otro no quiere correr el riesgo de entrar solo. y corre detrás de su compañero, maldiciendo.
Al cabo de un rato, nuestro muñeco de nieve habla: “Genial, no volverá. Excepto por el hecho de que perdí la nariz, todo salió bastante bien. Gracias a todos”. Tan rápido como llegaron, los muñecos de nieve desaparecieron nuevamente.
A la mañana siguiente, Félix es el primero en salir de casa y se sorprende: «El muñeco de nieve ya no tiene nariz». Llegan Sebastián y su madre. «Ups, ¿dónde está su nariz?» También se pregunta la madre de Félix. No se ven zanahorias en el paisaje nevado. Sí, está sobre un alto banco de nieve cerca de la valla del jardín. Sebastián es el primero en verla, «¿Cómo llegó esa zanahoria ahí?» Félix la toma y vuelve a poner su nariz en el muñeco de nieve. «La próxima vez cuida mejor tu nariz», le dice al muñeco de nieve. «Oh», piensa el muñeco de nieve, «si supieras la suerte que tienes de tener un muñeco de nieve fuera de tu casa».
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Abwechslung mal einen Schneemann basteln. Er passt sehr gut zu dem Weihnachtsmann, ist ja auch sein Gefährte. Je sorgfältiger du faltest, desto besser wird er stehen. Statt einem 10 cm x 10 cm Quadrat kannst du auch ein größeres oder kleineres Papierquadrat nehmen. Doch je kleiner das Quadrat, desto schwieriger lässt es sich falten. Du kannst den Schneemann ebenfalls als Geschenkanhänger für Weihnachtsgeschenke verwenden. Viel Freude beim Falten! Und weiter untern wartet eine Geschichte vom Schneemann auf dich! 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benötigst dafür: 1 Quadrat aus weißem Papier (ca. 10 cm x 10 cm) farbiges Papier für den Hut (4 cm x 6 cm) Stifte für Augen, Mund, Nase und Knöpfe (oder schwarzes und rotes Papier lochen) Klebstoff .kt-svg-icons_f77fa9-90 .kt-svg-item-0 .kb-svg-icon-wrap{color:#289f73;font-size:40px;}.kt-svg-icons_f77fa9-90 .kt-svg-item-1 .kb-svg-icon-wrap{color:#289f73;font-size:50px;}.kt-svg-icons_f77fa9-90 .kt-svg-item-2 .kb-svg-icon-wrap{color:#289f73;font-size:40px;}.wp-block-kadence-icon.kt-svg-icons_f77fa9-90{justify-content:center;} Bastelanleitung für einen Schneemann Lege das Papierquadrat vor dich. Falte zuerst die senkrechte Mittellinie. Streiche die Faltkante (auch alle weiteren) kräftig mit dem Finger nach. Öffne das Papier wieder und falte den linken Rand zur Mittellinie. Falte dann auch den rechten Rand zur Mittellinie. Falte die obere Hälfte hinter die untere. Falte das vordere Teil ca 1 cm unter dem oberen Rand hoch, sodass dort eine Faltlinie entsteht. Falte es wieder zurück. Falte dann die oberen Ecken zur neuen Faltlinie. Schlage die Ecken wie auf dem Bild nach innen ein. So sieht es dann aus. Falte den vorderen unteren Rand zur Faltlinie, sodass eine neue Faltlinie entsteht. Falte es wieder zurück und falte dann die vorderen unteren Ecken zur neuen Faltlinie. So soll es dann aussehen. Jetzt falte den vorderen Teil an der alten Faltlinie hoch. Falte die linke Ecke des oberen Teils wie auf dem Bild nach vorn. Wiederhole es auf der rechten Seite. Jetzt schlage die Ecken nach innen ein. Falte dann die äußeren Ränder nach hinten. Falte die unteren Ecken nach vorn. Schlage sie dann wie auf dem Bild nach innen ein. Male oder klebe Augen, Nase, Mund und Knöpfe auf. Falte zum Schluss dem Schneemann noch einen Hut (Siehe Tannenbaum). Klebe den Hut an den Kopf. Fertig ist der Schneemann. Und, war es sehr schwer? Tolle Tipps und Tricks zum Basteln! Du kannst die Faltkanten auch mit einem Lineal nachstreichen statt mit dem Finger.Je dünner das Papier, desto leichter lässt es sich falten. Geschichte vom Schneemann Der Schneemann vorm Haus in der Lindenalle 61 verdankt sein Leben dem kleinen Jungen Felix. Letzte Nacht hat es mächtig geschneit. Der Schulbus, der die Kinder gewöhnlich in der Frühe abholt, kommt nicht durch bis Almühlental. So bleiben die Kinder zuhause. Felix liebt den Schnee. Er stürmt mit seinem älteren Bruder Sebastian hinaus. Sie versinken bis zu den Knien im Schnee. „Lass uns einen Schneemann bauen“, schlägt Felix seinem Bruder vor. „Ach, das ist doch nur etwas für kleine Kinder. Wie wäre es mit einer Schneeballschlacht?“ Schon formt Sebastian eine große Kugel aus Schnee und wirft sie Felix mitten ins Gesicht. „Aua, das tut weh. Ich will keine Schneeballschlacht, sondern einen Schneemann“, entgegnet Felix. Unbeirrlich kniet er sich in den Schnee nieder und presst eine Handvoll Schnee zu einer Kugel zusammen. Der Schnee klebt hervorragend. Vorsichtig setzt Felix die Kugel in den Schnee und beginnt, sie zu rollen. Der Schnee haftet so gut, dass Felix die Kugel schon in Kürze nicht mehr weiter rollen kann. Sebastian, der seinen jüngeren Bruder die ganze Zeit über beobachtet hat, springt ein. Zu zweit können sie den Schneeball noch so weit rollen, bis er fast halb so groß wie Felix ist. „OK, jetzt eine etwas kleiner Kugel. Hilfst du mir“, fragt Felix seinen Bruder. Sebastian hat schon vor der Frage angefangen, eine weitere Schneekugel zu rollen.Geschwind erreicht die Kugel die gewünschte Größe. „Wie bekommen wir sie nur auf den anderen Schneeball platziert“, fragt Sebastian seinen Bruder. „Vielleicht hilft uns die Mutter, fragen wir sie doch einfach“, antwortet Felix. Die Mutter ist begeistert: „Klar helfe ich euch. Ich habe als Kind zuletzt einen Schneemann gebaut“. Zu dritt gelingt es ihnen, die zweite Kugel auf die erste zu setzen. Sebastian und Felix machen sich an die letzte Kugel für den Kopf, während die Mutter eine Mütze und einen Besen sucht. Als der Kopf von den Jungs auf den Körper gesetzt wird, kommt die Mutter wieder: „Hier haben wir einen Strohbesen, eine alte Pudelmütze von Sebastian und das habe ich auch noch gefunden, damit der Schneemann nicht friert“. Sie hält einen roten selbstgestrickten Schal in der Hand. „Den habe ich zu meiner Schulzeit gestrickt. Ach, bevor ich es vergesse“, sie zieht eine Mohrrübe aus der Jackentasche, „die Möhrennase darf natürlich nicht fehlen“. Schnell sind noch zwei Arme aus Schnee geformt und am Körper besfestigt, damit der Schneemann seinen Besen halten kann. Felix steckt die Nase in den Kopf, Sebastian setzt die Mütze auf den Kopf und die Mutter wickelt den Schal um den Hals. „Jetzt braucht der Schneemann nur noch Augen und drei Knöpfe“, stellt Felix fest. „Und ein Mund wäre auch nicht schlecht“, ergänzt Sebastian. „Ihr habt doch im Herbst Kastanien gesammelt“, fällt der Mutter ein. „Die eignen sich doch sicher hervorragend als Augen und Knöpfe“. „Ich hole die Kastanien“, ruft Sebastian und ist auch schon im Haus verschwunden. Felix überlegt: „Als Mund könnten wir ein Stück Band nehmen.“ „Hast du eins“, fragt er seine Mutter. Die Mutter läuft ins Haus und kommt mit dem gewünschten Band wieder. Sebastian taucht mit den Kastanien auf. So bekommt der Schneemann ein Gesicht und seine Knöpfe. „Der ist richtig schön geworden“, bewundert Felix ihr gemeinsames Werk. „Und das ist jetzt sozusagen meine Geburt“, denkt sich der Schneemann. „Die Menschen wissen einfach nicht, dass wir ein Bewusstsein haben und alles, was um uns herum passiert, genauestens beobachten. Und nicht nur das. Wir Schneemänner und Schneefrauen besitzen auch ein kollektives Schneebewusstsein, durch welches wir alle untereinander verbunden sind. So weiß ich und jeder andere Schneemann auch, dass es zur Zeit genau 3.736 Schneemänner in Deutschland gibt, weltweit 156.312. Der nächste Schneemann, das heißt, es handelt sich um eine Schneefrau, steht sechs Grundstücke weiter in Richtung Osten. Und, was die Menschen ebenfalls nicht wissen, dass wir uns bewegen. Natürlich nur, wenn es niemand bemerkt.“ Der Schneemann muss sich noch eine ganze Weile gedulden, bis er verschwinden kann. Aber das macht ihm überhaupt nichts aus. Gern sieht er den beiden Jungen zu, die den ganzen Tag im Garten spielen. Eine Schneehöhle haben sie sich gebaut, worin sie sogar heißen Tee von der Mutter serviert bekommen. Doch dann wird es dunkel. Die Kinder gehen ins Haus. Jetzt wird es Zeit, der Schneefrau einen Besuch abzustatten. Schneemänner bewegen sich lautlos, man merkt eigentlich gar nicht, dass sie sich bewegen. Sie gleiten durch den Schnee und stehen plötzlich an anderer Stelle. So auch unser Schneemann. Er taucht plötzlich neben der Schneefrau auf dem Grundstück der Lindenalle Nr. 49 auf, so als hätte er schon immer dort gestanden. „Hallo Schneefrau, wollen wir zusammen etwas unternehmen“, fragt der Schneemann. „Sehr gern, mir wurde gerade ein bisschen langweilig“, erwidert die Schneefrau. In dem Moment bemerken sie, wie jemand die Straße entlang geht und sich flüsternd mit einer anderen Person unterhält: „Es ist die Hausnummer 61… ein kleiner Tresor im Schlafzimmer der Eltern… im Zweifelsfall die Pistolen verwenden. Bis sich jemand durch den Schnee hierher kämpft, sind wir längst über alle Berge.“ Unser Schneemann und die Schneefrau wissen sofort, was Sache ist. Sie senden eine Botschaft an alle Schneemänner der Welt: „Wer immer sich gerade frei bewegen kann, komme bitte in die Lindenalle 61 in Almühlental. Dort wird gleich ein Einbruch stattfinden, sofern wir es nicht verhindern.“ Als der Schneemann mit der Schneefrau auf dem Grundstück eintrifft, haben sich dort schon einige Schneemänner gesammelt, kleine und große von unterschiedlichster Statur, und es werden von Sekunde zu Sekunde mehr. „Die größten von uns direkt an die Gartenpforte und an den Zaun, die kleineren näher zum Haus aufstellen“, weist der Schneemann seine Gefährten an. Die Einbrecher erreichen das Gartentor. Direkt dahinter stehen zwei riesige Schneemänner. „Wie kann man denn an diese Stelle Schneemänner bauen, das Tor lässt sich nicht mehr öffnen“, beschwert sich der eine. „Dann müssen wir halt rüberklettern“, entgegnet der andere. Die beiden klettern über das Tor, bleiben dann aber gleich zwischen den Schneemännern stecken. „Das gibt es doch nicht. Hier ist ja alles voll von Schneemännern, die waren…
Preguntas frecuentes sobre cómo hacer un muñeco de nieve
Si quieres aprovechar al máximo el invierno, hacer un muñeco de nieve es una actividad divertida y tradicional que no te puedes perder. Aunque puede parecer fácil, seguro que aún tienes algunas preguntas sobre cómo crear el muñeco de nieve perfecto. ¡No te preocupes! Aquí tienes las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes.
1. ¿Qué tipo de nieve debo usar?
La nieve fresca y húmeda es perfecta para hacer un muñeco de nieve. Asegúrate de que esté lo suficientemente compacta para poder moldearla fácilmente. Una vez que encuentres el lugar adecuado con nieve adecuada, ¡estarás listo para empezar!
2. ¿Cuál es la técnica adecuada para rodar las bolas de nieve?
Para crear el cuerpo del muñeco de nieve, rueda la nieve en el suelo hasta formar una bola grande para la base. Luego, rueda otra bola más pequeña para la cabeza y colócala encima de la base. Asegúrate de compactar bien las bolas para que no se desmoronen.
3. ¿Qué objetos puedo usar para los ojos y la boca?
Para los ojos, puedes utilizar piedras pequeñas o incluso botones. Si prefieres una opción más creativa, puedes optar por frutas secas como pasas o trozos pequeños de zanahoria. Para la boca, puedes usar ramitas o pedazos de tela.
4. ¿Cómo puedo hacer el sombrero del muñeco de nieve?
Puedes conseguir fácilmente un sombrero para tu muñeco de nieve en una tienda de disfraces o incluso en una tienda de segunda mano. Sin embargo, si quieres ser aún más creativo, puedes hacer un sombrero con fieltro o tela. ¡Las posibilidades son infinitas!
5. ¿Cuáles son las mejores formas de decorar el muñeco de nieve?
Además del sombrero, puedes utilizar bufandas, pajaritas, botones u otros accesorios para darle personalidad a tu muñeco de nieve. Si quieres hacerlo aún más divertido, puedes pintar el muñeco con tintes alimentarios o con pintura no tóxica.
6. ¿Cuánto tiempo durará mi muñeco de nieve?
Desafortunadamente, los muñecos de nieve son efímeros y eventualmente se derretirán. Su tiempo de vida puede variar según las condiciones climáticas, pero generalmente pueden durar desde unas horas hasta unos días. ¡Asegúrate de tomar muchas fotos antes de que se derrita!
Esperamos que estas respuestas a las preguntas frecuentes te hayan ayudado a prepararte para hacer tu propio muñeco de nieve. Recuerda que lo más importante es divertirte y disfrutar del proceso creativo. ¡Diviértete creando recuerdos invernales inolvidables!
Referencias: